Y EL VIENTO QUE DESCUBRIRÁ
martes, 24 de julio de 2012
Mío
Y EL VIENTO QUE DESCUBRIRÁ
domingo, 22 de julio de 2012
You say goodbye
Estoy observando, pues tal vez cuando vivas de noche yo deba ejercer la recolección de residuos.
No digas adiós, no se por qué yo digo hola y vos decís adiós.
El hombre que no necesitaba nada más
Verá, no faltan señales claras para el simple espectador, para los amigos abrazadores ni los libros intercambiados. Pero su mundo es limitado, y la historia del hombre que décadas después se autosatisface recordando su primera cita con la mujer más hermosa del mundo no fue nunca recitada con la vehemencia adecuada.
Resulta ser en la imaginación de este hombre, por supuesto en el momento "apropiado", el abrazo de su primer encuentro (que no fue primero), rápidamente la fila para entrar a la cervecería, el sueño de apoyar la palma de la mano en el vientre de ella, de tomarle la cintura, y cambia a la realidad en la quinta cerveza y el centésimo deseo y el primer amor de recoger el pelo de su cara, acariciarla enamorado, su primer beso a la sonrisa capturadora de cielos.
El clímax, luego sus ojos al ritmo del sol, un mediodía eterno.
Resulta ser en la imaginación de este hombre, por supuesto en el momento "apropiado", el abrazo de su primer encuentro (que no fue primero), rápidamente la fila para entrar a la cervecería, el sueño de apoyar la palma de la mano en el vientre de ella, de tomarle la cintura, y cambia a la realidad en la quinta cerveza y el centésimo deseo y el primer amor de recoger el pelo de su cara, acariciarla enamorado, su primer beso a la sonrisa capturadora de cielos.
El clímax, luego sus ojos al ritmo del sol, un mediodía eterno.
El dolor en el pecho de Cid
No creo que puedan juzgarse los estados de Cid sin dar apoyo compasivo a sus pocas decisiones. Él piensa en los rieles y los toca dentro suyo, con los ojos cerrados, y siente el frío de su superficie limpia, lisa de tanto guiar. Piensa que podrían perecer juntos ya que ambos fueron abandonados por su tren de las nubes. Se acuesta y atraviesa polar la sensación de frío en la sien, como si tuviera que tirar de un gatillo, como si el riel fuera un revólver.
Piensa en sus motivos objetivos para decir que está enamorado, y piensa en sus posibilidades de ser querido y deseado nuevamente. No halla aliento porque sabe que él también ha cambiado, y si la señorita N. volviese buscando a aquél Cid en este debería hacerlo dispuesta a enamorarse de un hombre distinto tras el inevitable desengaño.
Piensa en sus motivos objetivos para decir que está enamorado, y piensa en sus posibilidades de ser querido y deseado nuevamente. No halla aliento porque sabe que él también ha cambiado, y si la señorita N. volviese buscando a aquél Cid en este debería hacerlo dispuesta a enamorarse de un hombre distinto tras el inevitable desengaño.
lunes, 16 de julio de 2012
¡Cómo!
¿Y cómo no llorar, si su mano mi mano roza el pelo de Cristina tuyo y lo acomoda lo acomodo por placer, y desatendiendo los vasos se acerca me acerco para besarla besarte?
Claro, pero nosotros éramos verdad, como la sensación mía de Cristina que pensé pensó estar en un estrato inferior y tu partida su partida.
Claro, pero nosotros éramos verdad, como la sensación mía de Cristina que pensé pensó estar en un estrato inferior y tu partida su partida.
jueves, 12 de julio de 2012
Ya no es fácil
Ya no es fácil escribir líneas hermosas, ya no para mí. Ya no es fácil evitar en cada silencio oir tu respiración en mis labios, vagar por mil lugares que aún no hayas conquistado, jugar en el casino hasta ocuparme de algo más.
Ya no es fácil apretar las sábanas y que el dolor se apague entre lágrimas al girar en nuestra cama a medianoche. Ya no, tampoco, evitar que una sonrisa me dibujes cada día entre tantas veces de pura tristeza; y es una sonrisa de mirada gacha, que me obliga a distraerme contando pelusas en el parquet para que los extraños de ocasión no vean que mi oxígeno se agota.
Me estoy apagando. Y el libro de Kafka alguna vez volverá a su sitio cuando no quepamos tres, pero vaya que me gustaría si los tres estuviéramos vivos.
Ya no es fácil apretar las sábanas y que el dolor se apague entre lágrimas al girar en nuestra cama a medianoche. Ya no, tampoco, evitar que una sonrisa me dibujes cada día entre tantas veces de pura tristeza; y es una sonrisa de mirada gacha, que me obliga a distraerme contando pelusas en el parquet para que los extraños de ocasión no vean que mi oxígeno se agota.
Me estoy apagando. Y el libro de Kafka alguna vez volverá a su sitio cuando no quepamos tres, pero vaya que me gustaría si los tres estuviéramos vivos.
Será que te amo
Porque la última vez que nos vimos también nos fuimos en risas, aún cuando no recordabas las meriendas frías que debieron ser calientes o cuáles eran los nombres de todos. Por mirarte, tantas cosas comunes con tan pocas almas. Los que concluímos tras la primera repetición sospechamos inmediatamente esto al revisar un mínimo de papeles: será que te amo, aunque tu amor recíproco fue tal vez el más novedoso que me haya tocado, teniendo la particularidad de irte sin llevarte nada. Así, solo me dejaste las cualidades en papel de regalo. También tu partida es común a mi amor como contándome sobre independencia de caminos.
A pesar del alivio general en que me incluyo no puedo evitar mi egoísta tristeza al despedirnos, es que de verdad eras tan chiquita que no debiste marchar.
Y cargarte al final dejó marcas en mis manos aunque yo te sintiera tan liviana, tanto que hubiérate llevado yo en soledad, con riesgo de rebelarme y perseguir otros destinos que no fueran el último.
Te miré fijamente hasta el último instante, sinceramente esperando que de algún modo cambiaras de opinión y fuéramos a la calesita de la estación de Lomas, pero supongo que terminaron los tiempos de darme gustos. Andá entonces, y dejá a ese pobre hombre que coma sus bocaditos tranquilo.
Un abrazo al tío.
jueves, 5 de julio de 2012
Dime por favor dónde no estás
Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.
Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.
Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descansar de mi tristeza.
Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.
Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.
Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.
Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.
miércoles, 4 de julio de 2012
Ultima
Han de venir tiempos mejores,
cometeré más errores, daré menos explicaciones,
y haré nuevas canciones
en las que te cuente cómo, últimamente,
son tan frecuentes tristes amaneceres
ahogando mis finales,
repetidos, cansados,
miserables,
llenos de soledades.
De un tiempo a esta parte
me cuesta tanto, tanto, no amarte.
lunes, 2 de julio de 2012
Éxodo de los Dragones I
Mi unicornio y yo hicimos amistad
un poco con amor, un poco con verdad,
con su cuerno de añil pescaba una canción,
saberla compartir era su vocación.
Creo que a pesar de tanta melancolía,
tanta pena, tanta herida, solo se trata de vivir.
En mi almanaque hay una fecha vacía,
es la del día en que dijiste que tenías que partir.
Debes andar por nuevos caminos
para descansar la pena hasta la próxima vez.
Seguro que al rato estarás amando,
inventando otra esperanza para volver a vivir.
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