Halo de mar en el aire, como necesario
irrumpe también las nuevas tierras
refugiadas tras artificiales médanos
del hombre necio
incapaz y necesitado, deseoso
de prohibida paz.
Figura tu mirada una playa
tus cimientos una postura
el arco perfecto de tu cuello en mi recuerdo.
Caricias de ojos entrecerrados
cuando en la playa perpetua
una musa malvada se interpone fugaz.
Vuelvo sobre mis pasos para un reencuentro
círculos a su alrededor en la arena
cuando se inmoviliza y ardor.
Mis lágrimas que vuelven desde el recuerdo
una a una reinventándose reales
como tu aroma en mi piel
Tomo la esquina leyendo otro adiós
incapaz de contener mi sollozo
¿es que algun día vas a dejarme en verdad?
.
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