Qué nostalgia de extrañar las noches simples de aquellos años. Extraño la calma de sus tiernos arrumacos aún en las épocas en que no eran correspondidos.
Después llegaste y me enseñaste el amor, y te lo llevaste con todo lo que cupo en ese saco de gracias.
Te extraño, y estoy hueco, y la combinación en este caso es tan irremediable como mortal.
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