jueves, 2 de diciembre de 2010

Me siento feliz, y me siento azul, y te siento también

Qué nostalgia de extrañar las noches simples de aquellos años. Extraño la calma de sus tiernos arrumacos aún en las épocas en que no eran correspondidos.
Después llegaste y me enseñaste el amor, y te lo llevaste con todo lo que cupo en ese saco de gracias.

Te extraño, y estoy hueco, y la combinación en este caso es tan irremediable como mortal.

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