viernes, 23 de mayo de 2008

La ignorancia por sobre la conciencia


Del que sale cuando llueve, del que brinda sin mirar y quita del mismo modo. Del que ostenta múltiples métodos en pos del placer horrible. Del que no busca dueños para cuchillos atrapados, del que sangra menos, del que simplemente no siente el entorno verídico. Del que opaca las nubes con vientos soleados. El pobre no entiende, no imagina.
Que feliz cumpleaños, que nona, que campo. O que divertido, que amigos, que sonrisa, que no pensar.
Creámonos en una caja negra, en otra dimensión, donde no haya ojos. Que nadie nos vea llorar deseando el estado anterior, el estado que deja vivir a la felicidad.
Entristece y decepciona el deseo de no conocer, pero la incapacidad de realizarlo es lo que hace llorar.
Prefiero a Dios por sobre mi vida, la lapidación a la letra, hacer lo mucho a contemplar lo poco, reír antes que abrir los ojos. Quiero la ignorancia antes que la conciencia, pero lloro envidioso sufriendo mi vida, amando mis letras, contemplando lo que menos se exhibe, y abriendo los ojos lo menos posible.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Barquito de papel

Barquito de papel,
sin nombre, sin patrón
y sin bandera,
navegando sin timón
donde la corriente quiera.

Aventurero audaz,
jinete de papel
cuadriculado,
que mi mano sin pasado
sentó a lomos de un canal.

Cuando el canal era un río,
cuando el estanque era el mar,
y navegar
era jugar con el viento,
era una sonrisa a tiempo,
fugándose feliz
de país en país,
entre la escuela y mi casa,
después el tiempo pasa
y te olvidas de aquel
barquito de papel.

Barquito de papel,
en qué extraño arenal
han varado
tu sonrisa y mi pasado,
vestidos de colegial.

Cuando el canal era un río,
cuando el estanque era el mar,
y navegar
era jugar con el viento,
era una sonrisa a tiempo.


Juan Manuel Serrat